jueves, 10 de marzo de 2011

Rie cuando puedas y llora cuando lo necesites...


Bien...
Ahí me tenéis en uno de esos días en los que nadie te coge el teléfono y las paredes se
te echan encima.

Yo sé que siempre hay salida, pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta hecha
una porquería.

Pasan los años, los proyectos, los sueños.¿Recuerdas cómo querías ser cuando eras pequeña?
Crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera. Todo es mucho
más complejo.

Responsabilidades, luchas, deberes... Sonreír cuando no te apetece... Mentir para no hacer
daño a la gente que quieres.
Fingir cuando perfectamente sabes que te mienten.

¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres?
¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?

He sido una cobarde disfrazada de valiente. Siempre pendiente del qué dirá la gente.
Escondo mis miedos para parecer fuerte.Pero ya no más, es hora de ser consecuente
porque...
Porque creo que lo he visto, amigo, y...

Quizá la clave para ser realmente libre sea:
- Reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.

Ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido.

Quizá la clave para ser realmente libre sea:
- Reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo.

Voy a aprender a decir que no, a aceptarme como soy, a medir el valor.
Porque a veces fui valiente por miedo. Sé que suena extraño, pero ¿sabes qué?
Lo peor de todo es que es cierto.

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